¿Os imagináis un perfume comestible? Más o menos eso es lo que nos ofrece la artista Lucy McRae y el biólogo Sheref Mansy con las píldoras ‘mágicas’ de Swallowable Parfum, que permiten que la piel actúe como un emisor de fragancias únicas según sea nuestro genoma.
Parece algo sacado de una película de ficción pero las píldoras Swallowable Parfum son auténticas. Si bien es cierto que el tándem McRae-Mansy aún están en la fase del prototipo de las revolucionarias cápsulas, los estudios que tienen entre manos prometen ofrecer en breve un perfume comestible al alcance de todos.
Resulta que al ingerir estas píldoras el cuerpo las asimila y las moléculas de la fragancia afloran a la superficie de la piel a través de la transpiración, tal y como ocurre si comemos mucho curry o ajo. Los beneficios parecen obvios, un perfume comestible que aflora a la superficie de la piel cuando más se necesita, es decir, cuando el sudor hace acto de presencia.
Las píldoras, elaboradas a base de condimento de cilantro (comestible) y quitosina, una fibra extraída de los camarones, no son aptas para los alérgicos a crustáceos, niños ni embarazadas. A pesar de lo prometedor que parece este perfume comestible, de momento solo han logrado el olor a lavanda, ya que las opciones de aceites esenciales comestibles son pocas.
Parece ser que estas píldoras solucionan en gran parte el problema del mal olor corporal, pero suponemos que para muchas personas la sensación de humedad y la aparición de marcas en la ropa seguirá siendo un gran inconveniente. Para evitar el sudor, y todas sus consecuencias, lo mejor es utilizar un buen antitranspirante como Perspirex que además de garantizar el fin del mal olor corporal y hacer posible que estemos secos, mantendrá nuestra ropa libre de manchas de sudor.
Foto en CC: dudeiwantthat
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